jueves, 7 de agosto de 2014

Iconos de Rosario Gallardo





"EL ICONO ES UNA VENTANA ABIERTA AL ABSOLUTO
 
"Ventana al Absoluto". Precisando más se podría decir, irrupción de la gloria y la Belleza del Reino eterno que nos está prometido. Es también en el contexto de la vida Eclesial donde debemos situar el Icono como testimonio. El Icono proviene de la Iglesia como goce anticipado del Reino; en el Icono se nos revela la  belleza y el gozo del Reino, y nos invita a participar de ese Reino.
Al reflejar la belleza de Dios y sus Santo, el Icono está en el centro de la experiencia espiritual Ortodoxa, es decir, de la Iglesia. Si el Icono, no es solo bello sino también verdadero, es porque manifiesta a través de la tradición Eclesial la imagen profunda y eterna de Cristo Dios y Hombre, muerto y Resucitado.
      
                                                                               


 Cristo Pantocrátor

 La Transfiguración

Icono de Cristo
 
                 "Ventana al Absoluto". Precisando más se podría decir, irrupción de la gloria y la Belleza del Reino eterno que nos está prometido. Es también en el contexto de la vida Eclesial donde debemos situar el Icono como testimonio. El Icono proviene de la Iglesia como goce anticipado del Reino; en el Icono se nos revela la  belleza y el gozo del Reino, y nos invita a participar de ese Reino.
 

                                                                                             

Icono de la Madre de Dios


 Icono de la Virgen   


La tabla es de gran importancia, esta debe ser de calidad,  estar bien  seca, antigua y sin nudos, también que no   sea resinosa. Las más comunes son: el tilo, abedul, ciprés. En la parte posterior de la tabla se suelen colocar unos travesaños de madera con el fin de contrarrestar la tendencia a doblarse con las inclemencias del tiempo.
 El pan de oro es auténtico de 24 quilates. La corona labrada en estaño, se pegan tres veces, luego se recubre toda con pan de oro auténtico. Las piedras son de esmalte al fuego realizadas a mano y cocidas a 900º.
                                                                                                          
 Esmalte de la Trinidad
 Esmalte al fuego sobre metales 

El Esmalte está clasificado entre las Artes del Fuego. El fuego transforma las arenillas del esmalte en superficies vítreas transparentes, bellas y brillantes. Remontarse a su verdadera procedencia es muy difícil: durante mucho tiempo se creía que su procedencia estaba relacionada con los metales egipcios, y que en aquella civilización tuvo principio, pero después de serios análisis se llegó a la conclusión de que no se trataban de verdaderos esmaltes, sino de hábiles engarces de piezas vitrificadas hechos en metal.  Siendo el Arte de esmaltar de gran delicadeza, ha de tenerse sumo cuidado en todas las fases de su elaboración. Para todo a de utilizarse agua destilada, ya que cualquier impureza puede estropear el trabajo, saliendo feo y defectuoso.



 
 Esmalte de San José y el Niño


Se requiere limpieza en sus manipulación evitando el polvo a nuestro entorno. Lo más importante es el horno o mufla, ya que si él ya no se podrían realizar las obras, donde se cocerán los esmaltes, llegando estos a una temperatura máxima de 900º.
Para la base del esmaltado se utilizarán láminas de cobre o metal que resistan los grados requeridos, no demasiada delgadas, para que puedan soportar las altas temperaturas sin deformarse. Se aconseja un mínimo de 8 mm. de grosor. Para serruchar el cobre se utilizará la segueta con sierras muy finas para metal. Esto se usarás según el trabajo a realizar.
 



Hay tres tipos de esmalte.

 a)  Opacos, que  como su nombre indica,
       no son transparentes.
b)   Traslúcido y
c)   Los transparentes.

*El esmalte opaco su cocción es de 750º a 800º, el tiempo de mufla es de tres minutos. Quedando como la palabra indica opacos y no transparentes.
*El esmalte transparente es más duro, que después de cocerse, produce el efecto de vidrio coloreado de gran belleza. Su cocción de 850º a 900º.
*El traslúcido, llamado opalino, ni es vitreo ni claro como los transparentes, tampoco liso como el opaco. Todas las cocciones de los tres tipos de esmaltes serán de tres minutos aproximadamente.
Finalmente si se desea pintarlos se utilizará una especie de grasas llamadas Vitris a temperaturas de 700º a 750º. Esta cocción se hará solamente de un minuto o minuto quince segundo.

Hay que reconocer que el Esmalte al Fuego sobre Metales había estado un poco en decadencia, pero hacia mitad del siglo XX, el empleo artístico del esmalte, de nuevo gana gran importancia. En la actualidad son muchos los aficionado, que junto con Orfebres y Artistas, vuelven a descubrir la belleza que ofrece la aplicación de este material.

                                                                                            Rosario Gallardo
                                                                                                Toledo 2014

 

 
 

                                                  
       

 



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